El trabajo en sí
Qué mejor que contado paso a paso por una intérprete... lee con atención:
ACTO I
- La jornada suele comenzar la noche anterior, con los últimos preparativos: coloca todo lo que vayas a necesitar a la mañana siguiente sobre la mesa; si te encuentras en misión, ponte en contacto con tus colegas en cuanto llegues al hotel y pide los documentos para la reunión. Utiliza tu propio despertador donde quiera que estés (los sistemas de los hoteles no siempre funcionan).
- Suena el despertador: estírate unos segundos y a la ducha. No te pases con el perfume o la loción de afeitado, porque vas a trabajar en un espacio reducido. Baja a desayunar y comenta las últimas informaciones con los colegas.
- Asegúrate de que tienes todo lo que necesitas para la reunión: contrato, plano de la ciudad, papel, bolígrafos y documentos. Sal del hotel con tiempo si no conoces la ciudad.
- Compra un periódico de camino al trabajo -la mayoría de los intérpretes son adictos a la actualidad. Nunca se sabe si un delegado va a referirse a una noticia reciente.
- Cuando llegues al lugar de la reunión, busca las cabinas, saluda a tus colegas y preséntate al técnico.
- Asegúrate de que conoces el funcionamiento del equipo: cómo se enciende y apaga el micrófono, dónde están los relés y el botón para la tos. Localisa el camino más discreto hacia los lavabos.
- Ahora concéntrate: recuerda que no se trata de traducir palabras…
- Relájate, respira hondo: empieza la reunión.
ACTO II
- Es la hora del almuerzo. Da las gracias a la cabina alemana por su excelente relé del holandés. Aprovecha la oportunidad para desconectar: a algunos intérpretes les gusta comer con sus colegas, otros prefieren unos momentos de intimidad y se refugian en la lectura.
- Después de horas de encierro, un poco de aire fresco no te vendrá mal: sal a estirar las piernas.
- Aclara con tus colegas las dudas que te hayan surgido durante la reunión: los intérpretes trabajan en equipo. Consulta tu correo electrónico.
ACTO III
- De vuelta al trabajo. El primer orador después del almuerzo merece toda tu simpatía: se dirige a unos delegados abotargados por la digestión y no le va a resultar fácil despertarlos de su siesta.
- Escuchar, concentrarse, reflexionar y hablar. Mientras se habla, escuchar, concentrarse y reflexionar. Este bucle sin fin es un verdadero reto intelectual.
- Fin de la reunión.
- Recoge tus bártulos, no te olvides nada en la cabina.
- Despídete de tus colegas, da las gracias al técnico y al colega que te contrató.
- Vuelve a casa o al hotel.
- Ahora, un poco de silencio para desenredar las neuronas.
- Ha llegado el momento de hacer las maletas, pero ¿qué tiempo hace en el lugar al que vas? Esta vez, no te olvides el neceser ni el despertador.
- Consulta los datos de tu billete y pide un taxi para ir al aeropuerto al día siguiente.
- Asegúrate de que tienes todos tus documentos, pero también las llaves, el libro, el portátil, el móvil. Deja un número de contacto a tu familia para que puedan localisarte.
Epílogo
- ¿De qué han hablado hoy en tu reunión?
- Sabes que no te lo puedo decir.
- ¿Es un secreto?
- Ha sido una reunión privada, por rigurosa invitación. Es asunto suyo y no nuestro.
- Bueno, ¿y quiénes estaban?
- Oye, ¿no te tocaba a ti hacer la cena?
Vega Network. "Un día en la vida de un intérprete de conferencias".
Accessed October 3, 2017. <Enlace>.
Guau, parece un trabajo muy estresante, aunque también muy interesante. La verdad, ahora me llama mucho más la interpretación.
ResponderEliminar¡Me alegra que te guste!
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